Artículo de La Custodia de Tierra Santa.

Sobre las huellas de Jesús, sobre los pasos de su posible camino, en una peregrinación particular desde Galilea hasta Jerusalén, completamente a pie. Es el objetivo de David Brown, un periodista inglés de 74 años. Hace veinte años, David caminó desde Cafarnaúm hasta Jericó en cuatro días, en un viaje a pie a través del Wadi Qelt. Desde entonces, soñó con hacer el recorrido partiendo desde Nazaret. Y así, dar inicio al camino desde la ciudad de la Anunciación, pasando por la región del Tiberiades, desde el Mar de Galilea, para recordar la vida pública de Jesús. Después Samaría, Jericó, en cada lugar hacer una pausa, para contemplar y recordar la historia de los textos bíblicos. Y para finalizar, la experiencia del desierto. Una aventura alcanzada, esta vez, sólo en parte. Pero el ánimo de David no decayó. La experiencia apenas concluida es una especie de prueba general, explica, un modo para conocer el camino y adquirir familiaridad con los lugares. El gran desafío de recorrer a pie el camino está a la vuelta de la esquina, para cumplir la meta de los 75 años. “Quería caminar con Jesús, espiritualmente, pero también ver los lugares más conocidos que él atravesó mientras iba a Jerusalén en peregrinación para la Pascua. Naturalmente, después de un tiempo el camino se vuelve fatigoso, cuando comienzan a doler los pies, las piernas. Además, especialmente en este mes de abril, es necesario beber lo más posible, y es difícil imaginar que Jesús y sus discípulos llevaran suficiente agua, debían de saber en dónde se encontraban los pozos y en dónde podían pedir agua, y también esa era una oportunidad para el encuentro, como con la samaritana”.David Brown ha trabajado como periodista radiofónico en Sudáfrica, transmitiendo durante 4 años el programa “Caminos de Tierra Santa”. Como corresponsal siguió la muerte del Papa Pablo VI y las elecciones de Juan Pablo I y Juan Pablo II, con dos documentales titulados “Habemus Papam”. Inglés de nacimiento, trabajó en la radio y la televisión también en los Países Bajos y en Israel. Actualmente vive en Francia. A pesar de las dificultades para caminar, David expresa su felicidad: “Puedo decir que caminar con Jesús, hacer esta peregrinación, me ha hecho sentirme cercano a Él, comprendiendo mejor cómo fue un gran ser humano, en el sentido que aceptó nuestra vida con todas las dificultades y las alegrías. Era Dios, cierto, pero como dice la Escritura, quiso acampar entre nosotros. Y por lo tanto, ahora me siento más cercano al Jesús ‘hombre’, al Jesús que compartió nuestra vida y nos dio su Vida”.